¿Sabías que la materia fecal hablamucho sobre nuestro estado de salud?

¿Qué es la constipación? Es el cambio en el hábito evacuatorio intestinal, no es considerada una enfermedad en sí misma sino un conjunto de síntomas y signos que se caracterizan por presentar deposiciones infrecuentes, sensación evacuatoria incompleta, dificultad en la expulsión de la materia fecal; en pocas palabras: “voy poco al baño y/o me cuesta mucho ir”. Es más frecuente en mujeres y en adultos mayores.
No sólo se puede observar cuando existe el famoso “tránsito lento” es decir, disminución en el tiempo evacuatorio, sino que puede estar acompañado o no, de intensos esfuerzos a la hora de defecar, heces de consistencia dura, evacuación escasa e incompleta o mismo, la necesidad de realizar maniobras para poder evacuar.
La mayoría de las personas que presentan “tránsito lento” cursan una constipación “funcional” es decir su intestino funciona en forma lenta pero no hay ninguna enfermedad secundaria que genere este estreñimiento. La forma, color y la consistencia de las heces es un indicador del tiempo de duración del tránsito intestinal. Cuanto más lento es el tránsito, más dura y reseca será la materia fecal.

¿A qué se debe? .Bajo consumo de FIBRA: es clave y determinante en el volumen y el peso de la materia fecal. .Falta de actividad física: el intestino no deja de ser un órgano constituido por músculos, quienes son los responsables del avance de los desechos. .Bajo consumo de agua: al no aportar suficientes líquidos las heces suelen ser más secas/agrietadas y de consistencias duras entorpeciendo el tránsito normal. .Retener o postergar las ganas de evacuar: cuando uno aguanta o suprime el deseo natural que se genera en mi cuerpo para evacuar; se pierde tardando en volver a aparecer. .Alto consumo de alimentos/productos astringentes: carentes de fibra y que “secan” al intestino como los productos refinados (galletitas, pan blanco, panificados no integrales; quesos duros, té negro). .Estrés o Ansiedad: el intestino es el segundo cerebro, pues el movimiento intestinal está comandado por vía nerviosa autónoma. .Consumo de ciertos medicamentos que interfieren en el tránsito intestinal.

¿Cada cuánto hay que ir al baño?
Va a depender de cada organismo, pero se considera normal una frecuencia de deposiciones que puede rondar entre 1 a 2 por día como así también 1 cada tres días. El hecho de que el número de deposiciones sea reducido no necesariamente indica que exista un problema. ¿Cómo podemos mejorar esta incómoda situación? Con cambios hacia un estilo de vida saludable. ¡Sumar Fibra de manera progresiva! La vamos a encontrar en frutas, verduras, semillas de todo tipo (chía, lino, psyllium: hidratadas son sumamente útil), frutos secos, gra- nos integrales, legumbres (si son remojadas, cocidas y procesadas se toleran mucho mejor: sopas, untables, croquetas o hamburguesas). La levadura de cerveza es un complemento nutricional muy rico en vitaminas, minera- les y sobre todo fibra: con 1 cucharada sopera distribuida en el día aportamos 4 gr de fibra. Reemplazar harinas blancas por integrales y con agregados de salvado de avena o trigo. Generar una rutina evacuatoria: aprovechar momentos de mayor movilidad intestinal, por la mañana, ni bien nos despertamos o luego de las comidas principales. Adopción de una postura correcta: puede ser de utilidad la elevación de los pies mediante un banquito para imitar la posición de cuclillas que ayuda a la apertura del canal anal, permitiendo el paso de la materia fecal. Promover el movimiento, la postura erguida y la actividad física promueven la actividad motora del intestino. En lo posible se recomienda realizar entre 30-60 minutos de actividad física diarios. Control del estrés: mudanzas, exámenes, discusiones, trámites impactan de manera negativa en el intestino; encontrar una actividad placentera, cocinar, conectarse con la naturaleza, relacionarse con seres queridos, pintar, cantar, dar una vuelta manzana; permite generar endorfinas que moderan dichas situaciones.
Dejemos de lado el Tabú, hablemos de materia fecal, preguntémonos frecuentemente ¿Cuántas veces voy al baño? ¿Cómo es mi alimentación? ¿Cuántos vasos de agua tomo por día?¿Me muevo o soy más sedentario? Todas las respuestas van a dar como resultado el estado de salud de tu intestino.

Por Stefania Savoia (MN 10670)
Equipo de New Garden

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