Los SIMBIÓTICOS

Los simbióticos son productos (ya sea suplementos dietarios o alimentos) que poseen conjuntamente probióticos y prebióticos. Los PROBIÓTICOS son microorganismos (principalmente bacterias) que incorporados en las cantidades recomendadas y arribando vivos a sus sitios de acción (por ejemplo, la cavidad bucal, el intestino, la piel, la mucosa vaginal, etc.) producen un efecto beneficioso sobre la salud de la persona que los consume. Existen dos clases principales de probióticos, los probióticos lácticos (por ejemplo, Lactobacillus) y los probióticos esporulados (por ejemplo, Bacillus). Tanto en uno como en otro tipo de probiótico es necesario indicar la especie y la cepa del probiótico, donde la especie corresponde “al apellido” y la cepa equivaldría “al DNI o huella dactilar” de ese probiótico. Al igual que no todos los yogures ni las bebidas fermentadas (Kéfir, Kombucha) son probióticas. no todos los Lactobacillus y Bacillus son probióticos. Para saber si son probióticos o no, debemos conocer (además de saber la especie o apellido) a qué cepa corresponde. Por ejemplo, son probióticos para humanos el Bacillus subtilis DG101 y el Bacillus coagulans BC30, ya que con la denominación de cepa (“DG101” o “BC30”) se podrá buscar en la bibliografía científica y encontrar los beneficios sobre la salud que produce esa cepa en particular. Si un producto dice contener por ejemplo “Lactobacillus acidophillus” o “Bacillus subtilis” sin indicar la cepa, no se tratará de un probiótico sino de una estafa al consumidor. En general, los probióticos ayudan a fortalecer las defensas inmunológicas a través de su interacción con el tejido linfoide asociado a tejidos mucosos donde se encuentran células clave del sistema inmunológico y nervioso entérico (“segundo cerebro”) como ser macrófagos, células presentadoras de antígeno, linfocitos y neuronas; a restablecer el equilibrio de la flora beneficiosa propia (lactobacilos autóctonos) de la persona; a estar mejor preparado para enfrentar infecciones y diversas enfermedades metabólicas, a robustecer la barrera intestinal para que no pasen toxinas ni sustancias perjudiciales al torrente sanguíneo ni al cerebro; y otras propiedades beneficiosas que dependerán de la cepa del probiótico en particular; e inclusive, al menos en modelo animal, los probióticos pueden ayudar a incrementar o prolongar la esperanza de vida sin padecer enfermedades. Por su parte, los PREBIÓTICOS son fibras, principalmente polisacáridos complejos (Fructo-oligosacáridos, FOS; y Galacto-oligosacáridos, GOS), que la persona no puede metabolizar o degradar (por carecer el individuo de las enzimas digestivas aptas para degradar estas fibras). Estos prebióticos del tipo FOS y GOS atraviesen con éxito y sin ser degradados o digeridos el estómago y el intestino delgado, arribando intactos al intestino grueso (Colon) donde sí son metabolizados, es decir son alimento, de la porción de bacterias beneficiosas del Colon. Estos prebióticos FOS y GOS, son metabolizados aumentando la cantidad de bacterias beneficiosas propias de la persona (Lactobacillus, Bifidobacterium, Akkermansia, etc.) y además dan lugar a la formación de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato, que poseen varios efectos beneficiosos para la persona. Por ejemplo, los AGCC derivados de los prebióticos ayudan a combatir enfermedades intestinales inflamatorias (EII) crónicas como la colitis ulcerativa, síndrome de intestino irritable, enfermedad de Crohn; la intolerancia a ciertos tipos de alimentos; a regular el apetito y mejorar la sintonía intestino – cerebro. Los AGCC además son, fuente de energía para los colonocitos que se encargan de producir la mucina del intestino, indispensable para que el tránsito y movilidad intestinal de la persona sea óptimo previniendo de la constipación, irritación, inflamación intestinal o enfermedades malignas intestinales. Los productos que contienen simultáneamente probióticos y prebióticos se denominan SIMBIÓTICOS. Es decir que el efecto beneficioso de los simbióticos sobre la salud de la persona es superior a los beneficios sobre la salud de los probióticos y los prebióticos por separado. Hoy existe en el mercado argentino, un nuevo producto (Kyojin cápsulas) que contiene al probiótico esporulado y con propiedades antienvejecimiento, de origen japonés, Bacillus subtilis DG101 y prebióticos del tipo FOS (fructo-oligosacárido). Bienvenido sea este nuevo SIMBIÓTICO a la vida de todas las personas.

Rodriguez Ayala F. y col (2021). Envejecimiento saludable, neuroprotección y disminución del riesgo de muerte cardiovascular asociados al consumo del probiótico Bacillus subtilis. Gerontology & Geriatric Studies, 7(3): doi 10.31031/GGS.2021.07.000662. Leñini C. y col. (2023). Propiedades probióticas de Bacillus subtilis DG101 aislado del alimento milenario fermentado japonés Natto. Frontiers in Microbiology, en prensa

Por Roberto Grau

Bioquímico, Dr. en Bioquímica, Pew Latin American Fellow in Biological Sciences (EE. UU.), Fulbright International Scholar (EE. UU.), Profesor de Microbiología e Investigador del CONICET. 

Artículo anteriorDe cara al sol
Artículo siguienteSPIRULINA con GARCINIA

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!