La espiritualidad de acuerdo al diseño de nuestra casa

VASTU SHASTRA: El Yoga de las casas

La búsqueda de la espiritualidad es una parte fundamental de la experiencia humana. A lo largo de la historia, las diferentes culturas han desarrollado diversas prácticas y tradiciones para conectar con lo divino. En el contexto hindú, una de las herramientas más influyentes para fomentar la espiritualidad es el Vastu Shastra, una antigua ciencia que abarca el diseño armonioso de espacios. A través del profundo entendimiento de la relación entre el ser humano, la naturaleza y la divinidad, el Vastu promueve la espiritualidad al crear áreas sagradas y fomentar una conexión más profunda con lo trascendental Para comprender cómo el Vastu Shastra fomenta la espiritualidad, primero debemos explorar sus fundamentos. En el corazón de esta ciencia se encuentran los cinco elementos primordiales: tierra, agua, fuego, aire y espacio, que se consideran la base de toda la creación y, por lo tanto, deben estar en equilibrio en nuestros espacios para asegurar una vida armoniosa. Cada uno de estos elementos tiene una conexión espiritual profunda en la filosofía védica. Por ejemplo, la tierra representa la estabilidad y la conexión con la madre naturaleza, mientras que el fuego simboliza la transformación y la purificación. El agua es un símbolo de la fluidez y la emoción, y el aire representa la vida y el movimiento. El espacio, el quinto elemento, es la esencia misma de la conciencia y la divinidad. Una de las formas en que el Vastu Shastra promueve la espiritualidad es a través de la creación de espacios sagrados dentro de una estructura. Estos espacios, conocidos como «pujas» o «templos en el hogar», son áreas diseñadas específicamente para la adoración y la contemplación espiritual. Siguiendo las directrices del Vastu, se colocan de manera estratégica en la casa, a menudo en el noreste, la dirección asociada con la espiritualidad y la iluminación. En estos lugares se pueden instalar imágenes o estatuas de deidades, símbolos, ofrendas, etc, y se realizan rituales diarios o semanales para honrar a lo divino. La intención de estos espacios es crear un ambiente propicio para la meditación y la conexión con lo espiritual. Cada detalle, desde la orientación de las imágenes hasta la disposición de las ofrendas, se rige por los principios de la arquitectura védica para maximizar su influencia espiritual. La orientación es otro aspecto esencial en el Vastu Shastra y juega un papel crucial en la promoción de la espiritualidad, ya que la dirección en la que se encuentra una estructura tiene un impacto significativo en la energía y la experiencia de las personas que la habitan. Por lo tanto, se presta una atención meticulosa a la ubicación de los templos y áreas de adoración. El noreste, conocido como «Ishaan» en el Vastu, se considera la dirección más auspiciosa para la espiritualidad. Esta dirección está conectada directamente con la divinidad y, por lo tanto, es el lugar ideal para ubicar un espacio sagrado. Cuando se siguen las orientaciones precisas, se crea una armonía entre el individuo, el espacio y lo divino, lo que facilita una experiencia espiritual más profunda. El Vastu Shastra no se limita a la creación de áreas sagradas, sino que también influye en la disposición de las habitaciones y la elección de colores y materiales: un diseño que sigue los principios del Vastu puede tener un impacto positivo en la vida diaria de las personas, incluyendo su bienestar espiritual. Por ejemplo, se sugiere que las habitaciones deben estar diseñadas de manera que la luz natural fluya fácilmente, lo que crea un ambiente propicio para la contemplación y la meditación. Los colores y materiales utilizados en el interior de la casa también se eligen cuidadosamente para armonizar con los cinco elementos y promover la paz interior y la claridad mental. En definitiva, el Vastu Shastra es mucho más que un conjunto de directrices arquitectónicas; es una disciplina que abarca la espiritualidad y la conexión con lo divino. A través de la creación de áreas sagradas, la atención a la orientación y el diseño armonioso de espacios, esta antigua ciencia busca elevar la espiritualidad de aquellos que la practican. Al seguir sus principios, las personas pueden experimentar una mayor paz interior, una conexión más profunda con lo divino y una vida más armoniosa en general. La espiritualidad, en este contexto, no es algo separado de la vida diaria, sino que está integrada en la forma en que vivimos y experimentamos nuestros espacios.

En última instancia, el Vastu Shastra nos recuerda que la espiritualidad no se encuentra sólo en templos y rituales, sino en cada rincón de nuestra vida cotidiana y en la relación que establecemos con el mundo que nos rodea. Nos enseña a vivir en armonía con la naturaleza y a reconocer la divinidad en todo lo que nos rodea, recordándonos que, al observar desde una mirada más amplia, somos parte de algo mucho más grande y trascendental.

Por Arq. Dardo Gutierrez

Arquitecto y consultor de Vastu
Egresado de American Institute of Vastu, California, EEUU.

www.vastu.com.ar
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